Los gobiernos alrededor del mundo han adoptado medidas en un intento por contener la pandemia mundial, entre ellas, el cierre de las instituciones educativas. En Paraguay, la asistencia a instituciones educativas de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos está paralizada desde el 12 de marzo de 2020.

Según datos del Ministerio de Educación y Ciencias (2019), Paraguay cuenta con más de 8.000 instituciones educativas, 87% de las cuales corresponde al sector público. Si bien existen esfuerzos para contener esta emergencia sanitaria, improvisaciones tanto en el ámbito privado como en el público, así como en el mismo sector educativo, están poniendo a prueba la necesidad de facilitar la continuidad del aprendizaje. 

Tal como lo establece el Informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el cierre total de las instituciones educativas provoca altos costos sociales y económicos. Los problemas afectan a todas las comunidades, pero las consecuencias son particularmente graves para los sectores más vulnerables. Atendiendo a esto, es importante recalcar que más del 35% de la población escolar del país se encuentra en situación de pobreza (extrema y no extrema) (EPH, 2017). 

Revisemos las razones por las cuales la Unesco considera que el cierre de los centros escolares es perjudicial, en la búsqueda por entender y dimensionar este fenómeno, así como para buscar las salidas más convenientes.

-Interrupción del aprendizaje: La enseñanza garantiza el aprendizaje esencial. El cierre de las escuelas priva a las personas de oportunidades de desarrollo y perfeccionamiento. 

-Alimentación: Una gran cantidad de niños, niñas y adolescentes cuentan con las comidas que proporcionan de manera gratuita en las escuelas, por lo cual, el cierre de las mismas tiene serias implicancias en sus condiciones de vida. En Paraguay, la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (FENAES) ha realizado un posicionamiento y una campaña de incidencia sobre el tema.

-Falta de preparación para la enseñanza a distancia: Cuando las escuelas cierran, se pide a las familias que faciliten el aprendizaje en la casa, pero estas pueden tener dificultades para desempeñar esta función por diversas razones, como no disponer del tiempo de padres, madres o tutores por sus ocupaciones laborales, no contar con recursos y capacidades para acceder a las plataformas, entre otras.

-Acceso desigual a las plataformas de aprendizaje digital: Según la EPH 2019, el 89% de la población en edad escolar que asiste a instituciones públicas no posee conexión a Internet en su hogar, lo que se constituye en un obstáculo importante para la continuidad del aprendizaje.

-Implicancias en la protección y el cuidado: Al cerrarse las escuelas, los adultos/as responsables se enfrentan a una serie de problemáticas, entre ellas, aquellas que afectan al cuidado e implican riesgos en la seguridad y protección de niños y niñas. En Paraguay, según datos del Ministerio Público, el promedio de causas nuevas de violencia intrafamiliar por día en marzo de 2019 fue de 59, mientras que el promedio de causas por día en marzo de 2020 es de 80.

-Costos económicos elevados: Las familias cuyos miembros se encuentran empleados se enfrentan a una realidad económica compleja, pues estos tienen más probabilidades de no asistir al trabajo por tener que cuidar a sus hijos, algo que a menudo ocasiona pérdidas de salario y perjudica la productividad.

-Incidencia mecánica en el sistema de salud a través de las mujeres: Las mujeres representan un gran porcentaje en el ámbito de profesionales de la salud y, como se expuso anteriormente, se encuentran a menudo en la imposibilidad de ir a sus trabajos por tener que cuidar a sus hijos debido al cierre de las escuelas. La Unesco informa que numerosas profesionales de la salud se ausentan por este motivo de los centros sanitarios, mientras justamente en estos periodos de crisis sanitaria es cuando más se requiere de los y las trabajadores de la salud.

-Tendencia al incremento de las tasas de abandono escolar: Es muy difícil lograr que los niños, niñas y adolescentes regresen a la escuela y permanezcan en el sistema educativo cuando los centros escolares vuelvan a abrir. Según reporta Unesco, es algo que sucede con frecuencia tras cierres prolongados.

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Artículo elaborado por Xavier Lezcano Ferrara para el Observatorio Educativo Ciudadano.

Marzo, 2020.

 

Fuente consultada:

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)