El 23 de mayo de 2020 se llevó a cabo el “Diálogo con mujeres indígenas sobre educación: pasado, presente y futuro”, impulsado por el Observatorio Educativo Ciudadano y SUNU, Grupo de Acción Intercultural. Su objetivo fue escuchar, dialogar y reflexionar sobre la situación de la educación en las comunidades indígenas. Se contó con la participación de 57 personas en la Plataforma Zoom y fue transmitido por Facebook Live.
Participaron como panelistas: Liz Sandra Ramírez Caballero, del Pueblo Qom, Dpto. de Pdte. Hayes; Maria Yarati, Comunidad Jerusalén, Dpto. de Pdte. Hayes; Elena de Ovelar, Comunidad Yalve Sanga, Pueblo Enelthel, Dpto. de Boquerón; Floris Yegros, Comunidad Yalve Sanga, Pueblo Nivacle, Dpto. de Boquerón. Debido a la caída de la señal de internet tras las condiciones climáticas, no pudo participar Tania Sales, de la Comunidad Fortuna, Pueblo Ava Guarani, Dpto. de Canindeyú.
El diálogo se fue desarrollando en torno a dos preguntas:
¿Cuál es el rol de las mujeres en sus comunidades?
¿Cuáles son las dificultades que atraviesan en el contexto educativo actual?
Elena Martínez Riquelme, SUNU (Facilitadora)
“Yo soy integrante del grupo SUNU. La organización lleva un tiempo caminando con los pueblos indígenas y enfatizando el camino y el aprendizaje con las compañeras indígenas de los diferentes pueblos, haciendo redes. A esto lo llamamos aprendizajes compartidos y una educación intercultural.
SUNU trabaja esto en sinergia con las organizaciones en donde ellas están, donde son en parte docentes y también lideresas de sus comunidades. Venimos haciendo trabajos trinacionales desde la red del Colectivo de Mujeres Chaqueñas, y vamos viendo cuál es la situación del Chaco en este tiempo de distanciamiento físico.
El Chaco viene sintiendo el distanciamiento social históricamente. Llegar al Chaco siempre fue difícil, el aislamiento fue y es una realidad donde, con esta situación de Covid-19, la educación de las mujeres y las profundas desigualdades sociales, económicas y culturales se manifiestan con mayor agudeza. El proceso de educación intercultural es muy grande, pero es el inicio para poner en este mundo virtual las palabras de las mujeres que tienen ese rol en sus pueblos”
A continuación compartimos los testimonios de las mujeres indígenas.
Liz Sandra Ramírez Caballero, Pueblo Qom
“La mujer es clave en la educación, porque en los primeros días y años el niño está con la mamá todo el tiempo. Entonces ella es fundamental para la educación. La convivencia en el día a día ya implica que las madres seamos las primeras pedagogas de los niños. Esta condición es muy dura para las mujeres, porque al ser mujer, indígena y pobre tenemos que encargarnos también de la educación, y eso es un gran desafío para las mujeres de mi pueblo”
“En el ámbito de la educación yo como docente diría que tenemos que trabajar más en las temáticas de desarrollo, de cómo son, y mostrarles a los niños los valores principales, pero a través de nuestros ejes temáticos, que eso les ayude a formar buenos valores. Entonces tenemos que buscar algunos temas e incluirlos como ejercicios de valores; así los chicos pueden ver la realidad y a la vez ir desarrollándolos también”
“Yo trabajo en la escuela Qom, unos misioneros coreanos hicieron la escuela, y ahora nos hacen usar la tecnología. Pero los chicos no pueden acceder a eso, entonces nosotros los docentes debemos buscar la forma de llegar a ellos. Lo positivo es que nosotros estamos cerca de ellos, trabajamos con fotocopias. A veces lo hacemos a mano porque está también el tema de no poder salir de la comunidad. Hacemos a mano los trabajos para los chicos, pero actualizando a su realidad. El MEC, por ejemplo, publica en una plataforma los ejercitarios y nosotros adaptamos esos ejercicios para darles las normas de convivencia desde sus casas”
“Deben generar una escuela inclusiva para que se pueda facilitar el estar con otros a través del trabajo colectivo y participativo. Siempre esa fue mi preocupación, porque el nivel de educación en nuestro pueblo es muy bajo, pero tenemos también nuestra estructura como pueblo Qom, tenemos el consejo del pueblo Qom, un director de área, el supervisor, pero el punto clave ahí es la malla curricular que nosotros estamos practicando en la escuela. Todavía no se ejecuta una malla curricular específica para nosotros. Esa fue siempre mi preocupación, y también la falta de infraestructura en la escuela del pueblo Qom”
Maria Yarati, Comunidad Jerusalén
“La palabra clave es ser parte en la transformación y en la educación, es un papel fundamental dentro de la educación formal, porque la informal lo traemos de la familia que se constituye muchas veces por nuestros abuelos, abuelas, familia y la comunidad en sí, pero lo formal es lo que aprendemos en la escuela. En mi caso particular, yo me movilizo a 322 km de distancia de mi casa para poder impartir enseñanza”
“Ahora que estamos teniendo temor por el contagio de esta enfermedad llamada COVID, tenemos que transformar esto en una oportunidad de aprendizaje en familia (…) Estamos trabajando a través de la plataforma digital, y debe ser este un trabajo ejemplar para las generaciones nuevas que no tienen que tener temor a ser docente mujer, a ser protagonistas de una transformación, y hay que perseverar en la adversidad, en la distancia y en todo lo que viene. Debemos buscar una estrategia para salir de esa categoría en la que nos ponen y valorar los logros que tenemos como docentes y como madres”
“Nuestra ley dice que debemos actuar desde nuestra comunidad para la comunidad, pero pasa que mi comunidad y mis alumnos no tienen herramientas básicas como el celular, como la cobertura, y entonces cómo voy a hacerles llegar los materiales teniendo en cuenta que es una distancia que no es menor, son 322 km. Yo tengo que guiarme por mi carta madre, que es el MEC, pero se queda de lado sobre lo que es lo nuestro, que es la Dirección Escolar Indígena. Nos hubieran dado esa oportunidad de poder trabajar diferenciadamente o en paralelo a ellos, sin estar ajenos al MEC pero desde lo nuestro”
“Necesitamos mucha capacitación, yo me tengo que ir a Benjamín, Villa Hayes o a Asunción para poder capacitarme, no es que ellos vienen a capacitarte en tu comunidad. Tenés que pagar pasaje, reemplazante y lo que nosotros queremos es que nos capaciten en nuestra zona”
“Como mujeres también somos lideresas, lideresas que tenemos que buscar alternativas para poder llegar a nuestros alumnos y a través de eso transformar la comunidad y la sociedad en la que estamos viviendo, tenemos que romper las barreras, enfrentar las dificultades y sobre todas las cosas tenemos que dar valor a las familias, esa parte tan desvalorizada en nuestra sociedad, para poder formar una sociedad más justa”
Floris Yegros, Comunidad Yalve Sanga
“Soy de la comunidad Nivaclé, del Departamento de Boquerón, distrito de Loma Plata. Terminé mis estudios en el 2008, y cuando estaba en el colegio tenía la idea de ser alguien dentro de la comunidad, y al año siguiente formé parte de una organización que es muy conocida, que es la FAPI (Federación por la Autodeterminación de los Pueblos Indígenas). Anteriormente era la CAPI, y ahora ya es una federación, ahí formo parte del equipo de comunicadores”
“Anteriormente las mujeres no iban a las escuelas, tenían que quedarse en la casa a hacer todos los quehaceres y los hombres tenían la prioridad de ir a las escuelas. Hoy en día las mujeres también van a las escuelas, colegios y van a las universidades”
“Ahora mismo el modelo de educación que estamos siguiendo es muy difícil, porque cuando se entregan las tareas a los hijos a veces no podemos ayudarles, porque antes las mujeres no se iban a las escuelas y eso ahora es una dificultad para ellas, porque si sus hijos no entienden la tarea tampoco la madre la entiende. Entonces acuden a las oficinas o preguntan a las profesoras, es un tema muy complicado para nosotras ahora mismo”
Elena Ovelar, Comunidad Yalve Sanga
“Soy del Pueblo Enelthel, departamento de Boquerón. La semana pasada fuimos a visitar a las ancianas de mi comunidad. Cuando llegamos vimos que ni siquiera se bañan, tuvimos que ayudarlos a hacerlo. También les preguntamos sobre cómo vivían antes y cómo reaccionaba el pueblo ante las enfermedades. Nos contaron que en el pasado ellos vieron llegar la enfermedad al pueblo, tuvieron mucho vómito y diarrea, pero encontraron todos los remedios y nos enseñaron cómo teníamos que tomar los remedios que están en los bosques. También les preguntamos si existen remedios para el coronavirus, y nos dijeron que para ese virus también hay un yuyo en el bosque.
La anciana que nos contó todo esto tiene 95 años, y estudiamos con esta anciana porque ella habla de frente con nosotras. Nos dijo: tienen que seguir ayudando a las mujeres y apoyarlas, y apoyar a los jóvenes que estudian, porque antes las mujeres no estudiábamos. Por ejemplo, antes no nos íbamos al colegio, yo solo podía estudiar hasta 3er grado y después ver si seguíamos o no. Yo pude hasta 6to grado y después tuve que trabajar.”
Para dar cierre al diálogo, la facilitadora englobó en 5 grandes palabras lo conversado y vivido en el encuentro:
Ancestralidad – Presencia – Contexto – Formación – Lucha
Además de agradecer a las panelistas, también se destacó la importancia del rol que ellas cumplen como madres y mujeres, desarrollando un trabajo lingüístico en la educación donde se produce una transformación de sus derechos.
Para acceder a la sistematización de este diálogo, hacer click aquí
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