A+ A- Restablecer
Image

Del trozo de madera a la lucha íntegra por una mejor educación*

*Clara Rojas Contrera. Estudiante de licenciatura en Educación Matemática, Universidad Nacional de Asunción.     

En febrero de 2006, en el asentamiento Arsenio Vázquez, los alumnos iniciaban las actividades escolares, pero sin escuela. A veces, bajo unos árboles y en ocasiones, en uno de los ranchos de la comunidad. Se empezó con tres docentes de enseñanza básica, varios cuadernos reciclados para los apuntes, y niños y niñas felices de incorporarse al mundo del aprendizaje inicial. El asentamiento está dentro del departamento de Caaguazú, pero a la escuela, ya en aquel momento, también concurrían estudiantes de otros lugares, como de Mauricio José Troche (Departamento del Guairá). 

Lo que entonces era el inicio de la futura escuela, fue una conquista de los pobladores que clamaban por una educación accesible para sus hijos y hacia eso avanzaron. Luego de dos semanas, los padres ya estaban construyendo una pequeña escuela de madera. 

Tierra, salud, educación, ocupación, la solución”, decían los pobladores, y es que, si se sentaban a esperar a un costado del camino, quizás nunca llegarían a nada. Así es como, una vez construida la escuela, trajeron tablas e hicieron bancos, trajeron trozos viejos que usaron como sillas, acomodándolas sobre la arena. Mientras tanto, otras delegaciones de la comunidad gestionaban con el INDERT (Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra), porque el objetivo era levantar ahí una escuela moderna, acorde para el aprendizaje, como en otros lugares del país. 

Así recuerdo, en ese contexto, nuestro inicio escolar en la comunidad, todo desde cero, desde el inicio del abecedario, ladrillo a ladrillo. Esas situaciones pasadas me llevan a reflexionar sobre los eventos y circunstancias que abrazaron y abrazan hasta hoy día, al sistema educativo paraguayo, desde la óptica de mi comunidad. 

Caaguazú, San Joaquín, el asentamiento y los datos introductorios  

El departamento de Caaguazú tiene una población aproximada de 430.142 habitantes y en los registros se puede contar un total de 153.305 viviendas, con base en los datos preliminares del Censo 2022. 

La cantidad de estudiantes en educación inicial es de aproximadamente 106.620, con el 47% correspondiendo al sector rural y el 53% al área urbana. El 88% de los estudiantes matriculados asiste a una institución de gestión oficial, el 3% a una de gestión privada y el 9% restante a una de gestión privada subvencionada. 

Dentro de Caaguazú, en el distrito de San Joaquín, se encuentra el asentamiento Arsenio Vázquez. La localidad se encuentra a 227 kilómetros de Asunción. Para llegar, se debe seguir la ruta PY 02 Mariscal José Félix Estigarribia, pasando por la ciudad de Coronel Oviedo (a 132 km de Asunción), hasta llegar al desvío que conduce al distrito.

Una referencia habitual en San Joaquín es la iglesia central. Desde la misma se debe avanzar unos 15 kilómetros, pasando por los pueblos de Pejupa y Olla Rugua, para finalmente llegar al asentamiento en cuestión: Arsenio Vázquez.

La comunidad alberga un testimonio de larga resistencia y lucha por el acceso a las tierras en Paraguay. Su nombre corresponde a un líder campesino local que hace parte de la historia de la Federación Nacional Campesina (FNC), quien fue ejecutado en el difícil proceso de ocupación y recuperación de las tierras. Actualmente, los campesinos identificados con el territorio que lleva su nombre construyen comunidad, servicios y producción de forma colectiva y hacen frente a la impronta del latifundio.

Importancia de la educación 

Debemos recordar que, según el artículo 73 de la Constitución Nacional, sobre el derecho a la educación y sus fines, 

“Toda persona tiene derecho a la educación integral y permanente, que como sistema y proceso se realiza en el contexto de la cultura de la comunidad.  Sus fines son el desarrollo pleno de la personalidad humana y la promoción de la libertad, la paz, la justicia social, la solidaridad, la cooperación y la integración de los pueblos; el respeto de los derechos humanos y los principios democráticos; la afirmación del compromiso con la patria, de la identidad cultural y la formación intelectual, moral y cívica, así como la eliminación de los contenidos educativos de carácter discriminatorio”. 

Cuando se trata de derechos básicos, una de las maneras de lograr justicia es a partir de la organización y en ese contexto, la educación es un elemento universal, porque está conectada a todos los ámbitos de la sociedad. Por lo tanto, la educación no puede analizarse por separado de la misma comunidad que la recibe. 

Así también, es enorme la correlación entre la educación y otros ámbitos como la política, la salud, la economía. Todos los campos tienen una sincera relación con la educación y en la medida que se quiera abarcar la educación en profundidad, se deberá ir más allá de lo que ocurre en el aula, ahondando en el contexto y en los distintos factores que influyen. Por ejemplo, un niño debe tener la salud que le brinda el hospital de su comunidad, el amor o la alegría que le contagian en su hogar; no debe llegar a clases con hambre, ni salir con hambre; debe llegar y volver seguro, libre de cualquier tipo de hostigamiento o amenaza. 

Una educación íntegra como la que sueña cualquier pueblo puede iniciar con algo ínfimo, como el caso ya mencionado en el que apenas se contaba con tres docentes ad honorem en el contexto didáctico. Pero no solo los profesores se involucraron en forma voluntaria, porque los padres de familia se encargaban, en forma rotativa y según el número de sus lotes, de proporcionar el almuerzo a los docentes, aunque la situación económica a veces impedía que las mismas familias y dichos docentes pudieran desayunar o cenar. 

Estas vicisitudes son parte de las penurias de la organización durante la lucha por algo mejor. Así como ocurrió en julio del 2006, en plena crisis económica, cuando miembros de la colectividad buscaron docentes para rotar la colaboración en la escuela. Fueron dos trabajadores de la comunidad aledaña de Pejupa quienes se unieron a la causa. Así es la solidaridad, la cooperación entre bases ciudadanas, pero nunca es suficiente cuando el sistema no responde.

Ese mismo año, 2006, pese a los esfuerzos de la colectividad, el ciclo escolar finalizó sin el reconocimiento oficial del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), invalidando los esfuerzos de los docentes, de los padres e impidiendo que los estudiantes avancen el primer año escolar en su comunidad. Tampoco se pudo lograr algún tipo de rubro económico para los educadores. 

La lucha continúa  

Siempre hay segundas batallas, siempre hay batalladores en las comunidades. Al año siguiente, en el 2007, ya culminada la escuela construida por el INDERT, tras la intensa lucha de los pobladores, se avanzó en una revancha ante las adversidades, pero en una construcción nueva. Había muchos desafíos que afrontar: no había pupitres ni otras comodidades básicas. Por eso, la fuerza solidaria sacó su ingenio: trocitos de madera y sillas precarias prestadas por pobladores hacían de asiento para los sueños de los escolares, ante la ausencia del Estado. 

En junio del mismo año, luego de idas y vueltas de los coordinadores de gestiones con el gobierno y las permanentes movilizaciones de la comunidad, se logró la apertura oficial de la Escuela Básica N° 7435 Arsenio Vázquez, abarcando desde el nivel inicial hasta el 7° grado. Sin embargo, los estudiantes finalizaron el año escolar con validación y, lastimosamente, los docentes, un año más, terminaron sin cobrar los salarios correspondientes.

Gracias a la ardua lucha de la comunidad, en el 2008, se logró ofrecer cursos hasta 8° grado y en 2009 se alcanzó el 9° grado del tercer ciclo y también se consiguió que los docentes percibieran sus primeros salarios. En los años siguientes, se lograron varias mejoras en la infraestructura y al fin se pudieron cambiar los trozos de madera por sillas y mesas, donadas por el MEC. Recuerdo especialmente que, entre todos y todas nos pusimos a armar y reacondicionar esos primeros muebles, aunque el tercer ciclo tuvo que seguir dando clase bajo los árboles. 

 

 

Imagen 1. Publicación de la página de la OTEP SN 

 

Con el correr del tiempo, se lograron muchas cosas más gracias a la lucha incansable de la comunidad: refacción de un pabellón de tres aulas, biblioteca y dirección, provisión de sillas y mesas para los estudiantes, construcción de tres aulas más, además de un aula para el preescolar con baños interiores, terminados en 2016, distribución de kits de alimentos para las familias durante la pandemia y construcción de un comedor. 

Reflexiones importantes 

Como testigo y participante de todo ese proceso descrito más arriba, me toca expresar que, a pesar de los esfuerzos, siempre faltan conquistas. En mi caso, me tocó seguir la secundaria saliendo de la comunidad, debido a que la escuela no contaba (y aún no cuenta) con el nivel medio. Fueron cambios de mucha incertidumbre en lo personal: me mudé de casa y trabajé en distintas opciones que encontré, puesto que mis padres no podían correr con todos mis gastos económicos de estudiante. La adolescencia me encontró entre estudio y trabajo, como a miles de estudiantes que se ven obligados por la sociedad a una independencia tempranera. En general, los valores del hogar y la comunidad, siempre se mantuvieron como motor principal. 

El mío es un caso particular, porque el contexto general es amplio y dinámico, con sacrificios y pesares de, incluso, mayor intensidad.[2]  Por ejemplo, un resumen del análisis sobre la brecha para alcanzar una educación de calidad, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), muestra la dura realidad. En resumen, la educación en Paraguay está en medio de una ‘catástrofe educativa’ (UNICEF, 2022). 

En ese sentido, entre el 2 y 3% de la población de 6 a 14 años está fuera del sistema escolar, porcentaje que asciende al 16% en la población de entre 15 y 17 años. En cuanto a las tasas de escolarización, el ciclo inicial ha experimentado un notable retroceso en los últimos 10 años. Se observa que el porcentaje de niños fuera del sistema aumenta considerablemente en el grupo de 15 a 17 años, lo que señala una gran brecha en el acceso a la educación de calidad para adolescentes en Paraguay.

Gráfico 1. Elaboración propia.

Asimismo, la calidad educativa es baja, ya que según los resultados del Programa Pisa de la OCDE (2022), el 68 % de los estudiantes no logra las competencias básicas en lectura, el 92% no alcanza lo básico en matemáticas, y en ciencias este porcentaje llega al 76%. 

Gráfico 2. Elaboración propia.

 

La infraestructura de las escuelas (mobiliario, sanitarios y aulas) son precarias, y el Programa de Alimentación Escolar solo cubre un tercio de las necesidades. Este tema es objeto de debate actualmente.

Como último aspecto, debemos considerar las tasas de graduación que se mantienen bajas: solo el 61% de los niños, niñas y adolescentes que ingresan al primer grado logran llegar hasta el noveno. Ese simple dato revela las enormes barreras de pobreza y desigualdad. Además, es aún más preocupante, que las tasas de matriculación en el ciclo inicial, primer ciclo y segundo ciclo hayan experimentado un marcado retroceso en los últimos 10 años, mientras que la calidad educativa tampoco ha avanzado significativamente.

Es necesario que los que hemos vencido, de alguna manera, a este sistema perverso, podamos compartir nuestras historias. Sin embargo, siempre debemos recordar a través de los datos que el acceso a la educación es un problema estructural enorme y que se repite en todos los rincones del Paraguay. La solución no radica en medidas puntuales e independientes, sino en mecanismos íntegros y participativos. 

 

Bibliografía 

Ciencias del Sur. (2021). La desnutrición y el analfabetismo sostienen la esclavitud en Paraguayhttps://cienciasdelsur.com/2021/09/17/la-desnutricion-y-el-analfabetismosostienen-la-esclavitud-en-el-paraguay/

Constitución Nacional de Paraguay, Art. 73. (1992). Derecho a la educación y sus fines. Recuperado dehttps://www.bacn.gov.py/leyes-paraguayas/9580/constitucion-nacional-#:~:text=ARTICULO%2073%20%2D%20DEL%20DERECHO%20A,la%20cultura%20de%20la%20comunidad

Observatorio Educativo Ciudadano. (n.d.). Situación departamental: Departamento de Caaguazú.https://www.observatorio.org.py/situacion_departamental/departamento/5

Observatorio Educativo Ciudadano. (2014). Cruda realidad: Clases bajo los árboles.https://otepsn.blogspot.com/2014/09/cruda-realidad-clases-bajo-los-arboles.html

Observatorio Educativo Ciudadano. (2020). Constantes históricas en Paraguay.https://www.observatorio.org.py/uploads/report_file/url/78/1608075270Constantes_Historicas_en_Paraguay.pdf

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). (2022). PISA 2022: Resultados y análisis. https://doi.org/10.1787/765ee8c2-en

Por la Tierra. (n.d.). Georeferencialhttps://porlatierra.org/casos/4/georeferencial

REDCLADE. (2023). Situación educativa en Paraguay. https://redclade.org/wp-content/uploads/Paraguay_061223.pdf